En un entorno donde las corporaciones indican patrones de comportamiento y formas estandarizadas de pensamiento, actuar por ti mismo sin sentirte como el engranaje de una máquina, es la clave. Es el dinero el que pone como moneda de cambio tu tiempo, tus ganas y tu individualidad. Por que finalmente lo importante es cómo gastas tus horas de vida, traduciéndolo en dinero y ese dinero devolviéndolo al consumo, donde nuevamente te quedas sin tiempo por conseguir ese dinero que te mantiene como un ser social. Esta propuesta está dirigida a la utilización de los potenciales naturales de las personas en colaboración y respeto al tiempo de vida, traduciéndolo en dinero proporcional a las horas que invirtió entregando sus dones y aportes humanos de manera justa al costo de vida de nuestro país. Esto permitiría gastar como guste lo que ha logrado recaudar con sus potencialidades. Se necesita de personas que observen las virtudes de los demás y ponerlas al servicio del desarrollo social.