El confinamiento ha resaltado los roles vitales que tienen las artes escénicas y la música para mantener nuestra estabilidad emocional y mental, ayudándonos a soportar el aislamiento obligado. A pesar de su importancia para la sociedad, no han recibido el reconocimiento necesario como agentes fundamentales de cambio. Relegados del apoyo estatal -especialmente en nuestra región- los recortes presupuestarios afectan cada vez más su estabilidad y proyección. Los artistas viven al margen su día a día y debido a la actual emergencia son, sin duda alguna, de los sectores más afectados. Como grupo nos enfocaremos en proponer herramientas digitales interdisciplinares y colaborativas para poder reinyectar vitalidad a sectores que de por sí, ya son dinámicos y llenos de vida.