¿Alguna vez te has preguntado cómo se desenvuelve en la cotidianidad de su hogar una persona parapléjica, considerando que el inmueble no ha sido pensado ni diseñado de acuerdo a sus limitaciones físicas?
Tristemente, las políticas de confort habitacional que se aplican en nuestro país, resultan excluyentes para gran número de personas que poseen algún grado de discapacidad, quienes forzosamente dependerán de la asistencia de terceros, postergando su autonomía.
El proyecto pretende rediseñar el interior de un prototipo de departamento, adaptándolo a las necesidades del usuario, mediante intervención de accesos, pasillos, muebles, instalaciones eléctricas y sanitarias, entre otros aspectos. Esto hoy no existe, pero puede ser posible si apelamos a la conciencia y se propone seriamente la inserción normativa de adjudicar un cierto porcentaje de inmuebles rediseñados a un proyecto de edificación, según su magnitud. Un camino concreto para crecer como país inclusivo y solidario.