Se ha demostrado que un porcentaje variado de los pacientes (de un 10 hasta un 90%) que padecen la enfermedad de COVID-19, excreta partículas del SARS-CoV-2 por medio de las heces. Este proyecto está sustentado en una herramienta de epidemiología basada en las aguas residuales, y responde a una necesidad del país de conocer los patrones de circulación del virus en la población. El proyecto busca ser una herramienta permanente para la toma de decisiones en sector salud, con un enfoque epidemiológico-ambiental, que involucre un abordaje integral de la aparición de nuevos brotes de COVID-19 en comunidades de Costa Rica. De igual manera se busca la generación de datos de importancia ambiental,que señalen las tendencias comportamiento del virus en el ambiente y los patrones de estacionalidad que la enfermedad pueda presentar.