Imaginemos que la basura puede funcionar como moneda de cambio, ¿El paisaje de nuestra ciudad cambiaria?, nuestra idea es la compra de la basura reciclada mediante rutas en camiones a los hogares o microempresarios de la ciudad, con la ayuda de un instrumento financiero especifico como lo son los monederos electrónicos, con funciones como las de los vales de despensa, bonificados a fin de mes se podría crear una cultura del reciclaje con los incentivos correctos a través de alianzas con cadenas de supermercados y farmacias, otorgando al usuario además del bienestar social no palpable, uno económico en gratificación de su cultura y el posible empoderamiento de las amas de casa.
Como primera etapa se plantea vender la basura a centros de reciclaje especializados, y tener otras fuentes de financiamiento como espacios publicitarios móviles con los camiones.